Sábado 7 : dejamos el C1 a las cuatro
de la mañana para ir al pie de la vía. Hay que bajar una depresión
y volver a subir en travesía una fuerte pendiente al pie del Alpamayo.
A la luz de las frontales, el itinerario no es muy acogedor.
Tardaremos dos horas en llegar a la rimaya cuyo paso exige atención
(un muro de hielo en ziszás con una salida a la derecha en la cara
noroeste).
El itinerario en nieve y hielo (45 a 65°), de unos 400 m, sube derecho
por una ice flute.
En ocho largos y cinco horas y media las tres cordadas (2x2 et 1x3) alcanzán
la cumbre.
En los últimos tramos algunos pasos en el hielo garantizan un buen ambiente.
Los relevos van equipados con estacas de hielo aunque algunas parezcan poco
seguras.
Es conveniente llevar consigo 4 o 5 brochas de hielo y cuerda de 55 m.
La bajada se efectua con 6 rapeles.
(Aquí en la foto, el punto negro debajo del sérac es una
cordada)
De vuelta al C1 decidimos seguir bajando hasta el CB al que llegaremos a
las ocho y media de la noche ¡ Buena jornada ! Para bajar la canaleta,
conviene tener cuidado. Sin embargo no es preciso montar un rápel a
no ser que uno no domine muy bien la técnica del piolet baranda o demás
posiciones frente al vacío.
Conviene también atacar la morrena cuando aún es de día
pues el itinerario en la parte superior es un verdadero laberínto entre
los bloques de granito.
Por mal tiempo y con poca visibilidad, se desaconseja la bajada del C1 al
CB.
Más vale la incomodidad, relativa, del C1 que la absoluta de una grieta.